A: ¿Te han torturado?
J: No. Iban a hacerlo, pero les he hecho una apología moral en contra de ello, poniendo como ejemplo lo que nosotros hemos hecho últimamente.
A: Nuestros enemigos no juegan exactamente con las reglas de Queensbury.
J: Nosotros permitimos la deportación y la tortura justificada.Ya ni siquiera es tabú. Esto es lo que ocurre cuando se convierte en norma, cuando todos lo hacen. A nadie le importa.
A: Por favor, no empieces con lo del "nos lo buscamos nosotros mismos".
J: Creo que no torturar a la gente es lo más cerca que se puede estar del absoluto moral, en realidad. Por lo menos es la norma a la que debemos aspirar.
Estáis equivocados.
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